Dedica tiempo a PENSAR... 
es la fuente del poder

Dedica tiempo a JUGAR...
es el secreto de la eterna juventud

Dedica tiempo a LEER... 
es el manantial de la sabiduría

Dedica tiempo a REZAR...
es la mayor fuerza de la tierra.

Dedica tiempo a AMAR 
y SER AMADO...
es un privilegio concedido por Dios.

Dedica tiempo a SER AMABLE ...
es el camino de la felicidad.

Dedica tiempo a REIR...
es la música del alma.

Dedica tiempo a DAR...
es demasiado corto un día
para ser egoísta

Dedica tiempo a TRABAJAR... 
es el precio del éxito

Dedica tiempo a la CARIDAD...
es la LLAVE DEL ClELO

                          (Anónimo)



Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
Pero, para eso, uno tiene 
que llevar en el alma
un poco de pirata..., 
un poco de marino...
un poco de poeta...
y un kilo y medio 
de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertas distantes, 
hacia islas lejanas.
Soñar que, cuando un día
esté durmiendo 
nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá 
nuestra bandera enarbolada.
                          (Gabriel Celaya)