Cuentan, que había un lejano y hermoso país, con un hermoso reino,
con un hermoso palacio, con hermosas y grandes murallas,
con hermosos jardines y hermosas fuentes de aguas claras.
Cuentan, que una hermosa princesa, de hermosos cabellos
y hermosa cara, paseaba entre las hermosas flores,
en las hermosas mañanas.
Cuentan, que la hermosa princesa miraba su hermoso rostro
reflejado en las aguas y que un hermoso pajarillo en su hombro se posaba.
El hermoso pajarillo de mil lugares le hablaba,
mientras la hermosa princesa con atención le escuchaba.
Cuentan, que un día, el hermoso pajarillo una flor en su pico portaba,
no era una flor más de los hermosos jardines,
 por los que la hermosa  princesa paseaba.
Cuentan, que la hermosa princesa tomó la flor entre sus hermosas manos,
y vio sorprendida, como la flor, sus pétalos abría produciendo un dulce canto.
Cada pétalo de un color, cada color una nota, cada nota una palabra de amor.
Cuentan, que el hermoso pajarillo a la hermosa princesa le comentó,
que tan extraña y rara flor, se la entregó un príncipe en una mañana de sol.
“Toma esta flor, pajarillo, y llévasela a tu hermosa princesa, cuéntale de lo bello
de mi reino, de lo bello de mis jardines, de mis fuentes, de mis mañanas…, y no
olvides decirle, que este príncipe, sin haberla visto, la ama”.
Cuentan, que del hermoso rostro de la hermosa princesa,
una hermosa lágrima se escapaba, recorriendo sus hermosas mejillas,
mientras en su príncipe pensaba.
Cuentan, que una hermosa mañana, mientras la hermosa princesa paseaba,
encontró a su príncipe, en uno de sus hermosos jardines, mientras la esperaba.
El hermoso rostro de la hermosa princesa, de dicha se iluminaba,
No podía creer lo que sus hermosos ojos observaban.
El príncipe a la hermosa princesa  se acercó,
y en un leve susurró le habló…
“me contó tu hermoso pajarillo, que de tu hermoso rostro una lágrima escapó.
He recorrido valles, montañas, mil caminos, y senderos,
 hasta a tu hermoso reino llegar…
porque no podía permitir que escapara ni una lágrima más”.
Cuentan, que había un lejano y hermoso país, con un hermoso reino,
con un hermoso palacio, con hermosas y grandes murallas,
con hermosos jardines y hermosas fuentes de aguas claras.
Cuentan, que una hermosa princesa, de hermosos cabellos y hermosa cara,
paseaba entre las hermosas flores, por su príncipe acompañada.

Mariam.