No sé si me lo contaron o tan solo lo soñé,
o quizá lo leí, o tal vez lo escuché,
o puede que lo viera o quizá solo lo sentí.
Puede que lo tocara, o que simplemente lo probé.
Puede que lo presintiera, o lo mismo lo advertí,
lo mismo lo aprecié, o quizá lo adiviné.
Puede que lo captara, o lo mismo lo noté,
aunque tal como fuera, creo que más bien lo discerní,
o lo intuí, o anhelé, o codicié, o lo discurrí, o lo concebí,
medité, o vete a saber qué.
La cosa es que ya, después de tanto cavilar cómo me enteré,
no recuerdo lo que quería relatar, o lo que lo mismo solo imaginé.

Mariam.


Deja un comentario: